Chalet independiente en Pino Santo

Queridos amantes de la paz y la tranquilidad: están de enhorabuena!

Si quieres salir de la ciudad y buscas un hogar libre de ruido y contaminación, sin vecinos pared con pared y con el sonido de los pájaros como hilo musical te recomendamos que sigas leyendo.

El primer día que visitamos este chalet independiente nos quedamos con la boca abierta, literalmente. Al bajar del coche nos invadió ese olor a fresco, a campo, a calidad de vida. Tardamos sólo 20 minutos en llegar desde 7 Palmas pero tuvimos la sensación de estar llegando a otro mundo. El silencio y la inmensidad de la naturaleza nos sobrecogió.

La edificación nos sorprendió muchísimo. Ya desde fuera se percibe a primera vista ese marcado carácter de las construcciones canarias de hace muuuuchos años pero está tan bien conservada e integrada con el exterior y con las ampliaciones que se han ido haciendo con los años que sólo teníamos ganas de seguir viendo más y más. Su estilo rústico tan bien traído al siglo XXI terminó de enamorarnos.

La zona exterior es una maravilla. Es espaciosa pero sin que eso conlleve mucho trabajo o mantenimiento. Muy funcional ya que tiene varias zonas diferenciadas: para tomar el sol, para jugar, para hacer la colada,… Pero, sin duda, nuestra favorita es la parte de jardín donde cuenta además con una cocina de exterior con barbacoa. Si somos cien por cien sinceras, no pudimos evitar imaginarnos ahí de celebración con amigos y familia. Las vistas panorámicas son impresionantes así que si eres de los que les gusta recibir gente en casa nos vemos en la obligación de avisarte de que te va a costar sacarles de ahí después…

Cuando entramos a su interior volvimos a percibir su marcado carácter histórico. Esos techos de madera no sólo emanan calidez si no calidad. La reforma se hizo manteniendo al máximo el estilo original y no sólo con mucho gusto, si no con muy buenos materiales.

La zona de salón y buhardilla (la tronja antiguamente) están dentro de lo que era la estructura original de la casa con más de 210 años de antigüedad. Sus techos de madera son originales y están en un estado impecable. La buhardilla está montada como un espacio secundario de juegos o estudio pero podría ser un dormitorio precioso con esos techos de madera a dos aguas.

El resto de la casa se fue ampliando sobre la estructura original respetando el estilo y añadiendo funcionalidad a la vivienda. Esos techos inclinados nos parecen un sueño!

La cocina es maravillosa. Es moderna y funcional, pero está perfectamente integrada con el resto de la vivienda. Cocinar con esas vistas nos parece un lujo y su península es ideal para los desayunos del día a día. Los fines de semana no dudaríamos en montarnos un súper desayuno en el exterior.

Sus tres dormitorios, dos de ellos dobles, también tienen vistas al campo y cuentan con roperos empotrados de madera. Son perfectos para un descanso reparador.

En el interior cuenta con dos baños completos con plato de ducha, ventana al exterior y, además, con mucho estilo. En el exterior hay un aseo perfecto para los días de asadero y como desahogo para guardar las cosas que no usamos con tanta frecuencia.

Las fotos son preciosas pero os invitamos a que vengáis a conocerla en persona y viváis en primera persona todas estas sensaciones que os hemos contado.

Esta preciosidad de casa no les va a dejar indiferentes!